jueves, 19 de agosto de 2010

No tiene la culpa el pendejo, sino los que lo aceptan como Cardenal

Las declaraciones del pendejo de Juan Sandoval Íñiguez, que no son ni las primeras ni serán las últimas, dejan muy mal parado al Cardenal y a la grotezca, patética y aberrante intitución a la que represtenta, la Santa Iglesia Católica (desde el pinche nombre carajo...), ante tristemente una pequeña parte de la sociedad.

Lo grave no son las declaraciones, lo grave no es el puesto que este imbécil tiene, lo grave no es que siga en el puesto despúes de todas y cada una de las burradas por él expresadas, lo grave no es que un cretino como él ocupe puestos de mucha relevancia dentro de una organización poderozísima, lo realmente grave es la cantidad de imbéciles que toman como dogma sus estupideces.

Es muy grave que la sociedad mexicana haya sido permeada por la imbecilidad, es patético que haya seres humanos que crean sin un atizbo de duda, una serie de cuentos, leyendas y demás perorata, que son solo herramientas para controlarlos. Es brutamente preocupante que estos mismos entes controlados, sean quienes encadenan a sus hijos al grillete de la esclavitud intelectual y de la manipulación eclesiástica de la irracionalidad.

Es muy grave que en este país, no haya un contrapeso ante esta situación. Creer que una mujer parió siendo vírgen, no le hace daño a nadie, creer que alguien resucito, aunque no habla muy bien de la inteligencia del creyente, no afecta a terceros, que sí a la sociedad en su conjunto.Creer que después de esta vida hay otra... es tan irrelevante como creer que no la hay, lo muy grave es que para tener acceso a esa vida después de la vida (que la venden como el mejor resort del caribe), las visas sean emitidas por una institución que ha lo largo de la historia se ha caracterizado por ser sanguinaria, belicosa, intransigente, cruel, despiadada, manipuladora y que se ha venido vendiendo al mejor postor.

?Que niveles de estupidez prevalecen en la sociedad para que buena parte de esta acate a pie juntillas lo que seres tan nefastos como Rivera y Sandoval Íñiguez mandan? ¿Cuántos de estos tan fieles como estúpidos seguidores se oponen a el matrimonio entre homosexuales por el simple hecho de que estos dos pilares de la oficina de visados para el paraiso así lo dicen?

Estar o no de acuerdo con las bodas entre homosexuales se me hace una estupidez de las grandes. Que dos personas decidan casarse, sean o no del mismo sexo es únicamente incumbencia de ellas. A mi y al resto de los mortales, ¿que nos importa?, ¿que autoridad tenemos sobre este acto? No estoy ni a favor ni en contra de las bodas entre homosexuales o heterosexuales, esta es una bronca que únicamente incluye a dos seres, o más si así lo deciden libremente.

En lo que estoy a favor es que cada quien sea libre de hacer lo que le venga en gana, si no transgrede la libertad y el bienestar de otros. Y esa es mi "necedad" (lucha dicen unos).

En este país, más que la educación basada en temas tan irrelevantes como la definición de dicotiledóneas, nombres de los ríos mexicanos, nombres y acciones de "pelados" mexicanos y extranjeros que se aventaron diferentes puntadas en sus diferentes épocas, lo que se necesita es la promoción de la racionalidad.

4 comentarios:

  1. Perfectamente bien explicado mi Efrén. Saludos y un abrazo (de cuates, no nos vaya a excomulgar el wey del cardenal...) http://efhc.mx/risa2.mp3

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  2. ... yo ya me autoexcomulgué!!!! Gracias Bro...

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  3. Buen dicho camarada Efren, la aceptacion entre los individuos es el primer paso a una vida en armonía, las homofobias y la diferencia de culturas e ideas nos hacen muy cerrados de mente. Buen articulo

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