Un domingo en la prisión

Domingo 7 de Junio 10:23

Pues si me pegaron las pastillitas, pude escribir relativamente tranquilo la historia inicial con Pía, de allí vinieron dos años llenos de vivencias de las que iré dando cuenta conforme pase mi cautiverio, la última fue la que me tiene preso e intentando ser un escritor, las personas y las circunstancias que me tienen aquí son a saber, Pía, Sofía, la negligencia del administrador de la aduana de Manzanillo el famoso Lic. Bueno y Alejandro Gómez alias “Humpty Dumpty”, el inefable agente aduanal de Manzanillo que tuvo a bien el destino poner en mi camino.

No hay ningún hecho negativo del que pueda acusar a la mayoría de las circunstancias, sería por demás necio,(utilizo este vocablo para cuidar la pulcritud en mi escritura y evitar decir pendejo), pero la negligencia de un servidor público, que desde su escritorio, y utilizando a sus subordinados para “no ser molestado” y/o “para mostrar su poder” tiene la capacidad de dañar de por vida a un ser humano, cuyas desventajas son no ser rico, ni tener contactos es imperdonable. Si este libro sale a la venta tendrá dos objetivos, el primero es que yo gane una lanita, y el segundo denunciar al Lic. Manuel Bueno, Administrador General de la Aduana de Manzanillo. Ojalá Don Felipe no trate de esconderlo, como lo hace el Vaticano con curas pederastas, a través de leyes y reglamentos, que no son más que laberintos burocráticos para impedir el castigo a tan nefastos "servidores" públicos. Y ya mejor le paro, porque me estoy “encaboronando”, como dice el Maestro Catón a(Armando Fuentes Aguirre), quien para mi, su único “pero”, es ser creyente.

Hablando con el Chelo, antes de que se fuera, recuerdo que dijo algo bastante sabio en uno de nuestros encuentros filosóficos cuando recién me habían dictado (aunque no la apunté) sentencia.

- “…y lo malo es que no crees en Dios viejito” dijo con seriedad…

- “Es cierto Chelito, en estos momentos creo que serviría”

- “Claro! tú crees que yo creo en el “flaco” (así le decía a Dios), porque me consta que existe?…, a nadie le consta, yo creo en el porqué lo necesito. Necesito saber que aunque sea delincuente, alguien aparte de mi mamita y mis hijas me quiere, alguien que no es delincuente me quiere. A mí no me interesa si Dios existe o no, a mi me interesa sentir que una fuerza me protege cuando estoy rompiendo una ventana o saltando una barda o buscando la plata en una casa, a mi muchas veces me han tirado balazos, ahí, solo estamos “el flaco y yo contra los “pacos” y “ratis” “(policías), yo lo necesito para cómplice, porque los huevones de mis compañeros tampoco son mucho de fiar. Y el flaco… “es mi mejor cómplice”.

- “Pues buen cómplice traes mi Chelo… igual el de los “Giles” (víctimas) no es tan efectivo como el tuyo, pero entonces, según tu teoría, sobre que hay un solo Dios, no funciona.”

- “Ah Mexicano culero, tu siempre sacando huevadas, pero ahora que lo dices, yo siempre he dicho, “cada quien tiene su suerte”, (mi suerte solo la tengo yo y yo no tengo la suerte de otros), yo creo que así es con Dios… cada quien tiene su Dios” dijo con certidumbre,.

- “Ah que mi Chelo tan teológico…”
- “Tan que mexicano culero?” preguntó
- “Teológico, que estudia a Dios como ciencia” le dije…
- “Que voy a estudiar, si ni segundo de primaria terminé”, me recordó
- “Has oído que en la Biblia, no sé en qué parte dice que “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”?” le pregunté
- “Pues, si fuera similar a Ricky Martin, si tendría jale, pero imagínate al Dios del Perucho… ja ja ja ja…!!!” Reímos juntos recordando lo poco afortunado que era Macario físicamente.
- “Si,…”, afirmé “feo él y feo su Dios…, bonito dúo…”
- “Ora para que quieres otro a su imagen y semejanza”, dijo “Ya con un Perucho tenemos”.
- “Entonces lo que crees es, que el hombre crea a su dios, de acuerdo a sus propias necesidades…” dije tratando de estructurar el sentido que sobre dios tenía el Chelo…
- “Si, mi dios es un choro (delincuente) de los buenos, y el tuyo como sería Mexicano?”
- “El mío… cómo sería mi dios?... si necesitara crearme un dios…,” dije rascándome la cabeza, como si así a través de esta acción surgiría la respuesta, “pinche Chelo ya me pusiste a pensar, creo que has dado en el clavo. No creo en dios porque no lo necesito, si no, como todos los que creen ya me lo hubiera armado para que satisficiera mis necesidades de y para creer” finalice.

- “Tas pa la cagada mexicano, al menos los que creemos tenemos a quien pedirle para que nos saquen de aquí”.

- “Pues sí, pero ya ves que no les cumple…”

- “Como no, igual me voy el mes que entra…” dijo esperanzadamente.

- “Cabrón, pero ese ya no es dios, es el juez o que pinche dios tan lento y burocrático te buscaste…”, “ te acuerdas el día que fuimos a la misa católica, me preguntaste porque había comulgado…” le recordé

- “Si, y con qué saliste "huevón"?”

- “Que así como había mandado la carta a la Comisión de Derechos Humanos, pidiendo mi libertad, iba a agotar todas las instancias posibles para lograrla. A la Comisión le pedí que nulificara mi juicio a Dios en la comunión le pedí que me sacara ese domingo, y ya viste… ni su luces del cabrón.”

- “Ah si,” dijo soltando una carcajada “que dijiste que clemencia y no sé que otras huevadas se las pedías al juez o a las comisiones y parlamentos, pero que de Dios solo te importaban milagros… jajajajaja … eres la cagada mexicano.”

A fin de cuentas lo sabio que dijo el Chelo y no por citar autor alguno, fue “yo creo por necesidad”, hay quien tiene su necesidad para creer y otros no la tenemos, esta necesidad se genera mucho por los apegos emocionales que tenemos, si tuviera la necesidad de creer, sería por mi anhelo de que al morir pueda volver a ver a mis hijos y familia, casi todos los que creen, basan mucho su necesidad de Dios en que al morir se reencontrarán con sus seres queridos… no se aceptan como seres finitos, pero creo y lo creo sinceramente que cuando muera se acabó todo, Borges dijo que los muertos son fantasmas que moran en nosotros, creo que es lo máximo a lo que puedo aspirar, a que mi calidad de ser finito se prolongue un poco más después de mi muerte morando como fantasma en quienes me quieran y recuerden, pero eso serán ellos, yo… Yo ya no seré ni estaré…”.

Uta ahora ya me clavé es disertaciones otra vez, Milla cantaba una rola muy sabia “probre del probre (sic) que al cielo no va… lo joden aquí, lo joden allá”. Sin duda una de las funciones principales de la iglesia, es hacerles creer a los pobres que así como les está yendo mal aquí les irá de poca madre allá, de esta forma se reprimen muchas ideas de rebeliones sociales, qué pasaría si se les dijera a los pobres “señores, les tenemos dos noticias, la primera es buena o mala, según la tomen y la segunda igual, la primera, Dios no existe, la segunda después de esta vida no hay nada más que “La Gran Siesta” que no “fiesta”, “La madre de todas las siestas”.

Ya viene la comida…

13:32
Llegó la comida, pollo frito, ejotes en crema y puré de papa, de postre un diazepán, luego llegó el Cete para una partida de ajedrez, en el primer juego no habían pasado siete jugadas cuando yo ya no tenía reina, en el segundo me defendí más, como a la octava adiós reina, una torre y dos alfiles, en ambos juegos me rendí…

- “Y ahora viejo, que traes concéntrate!” ordenó el Cete

- “Es que me tomé un diazepan” le confesé

- “Tenés???, cuantos tenés???” dijo como niño que ha sido avisado de la presencia de galletas en la casa

- “No sé, quieres…?” le pregunté

- “Si…pulento!!! dame dos…” suplicó

Chequé mis reservas y le dí uno… “con razón viejo pa la siguiente nos los tomamos juntos para que esti no vuelva a ser una masacre.”
Luego le conté cuando me detuvieron.

- “Pues, es con lo que andaba el día que me agarraron…” dije refiriéndome a los diazepanes.

- “Cómo? Andabas pepo Mexicano?” preguntó sorprendido

- “Muy pepo!” confesé

- “Y qué pasó?”

- “Pues no me acuerdo de mucho, estaba en una tienda muy elegante, traté de cometer el delito, me acuerdo que me llevaron un café y que Sofía cuando estábamos en una oficina me reclamó el lío en el que la había metido, así que cuando llegó la policía le dije que ella no sabía nada, de cualquier forma nos esposaron y a ella se la llevaron a otro lado, desde ese día no la volví a ver.”

- “Quién es Sofía?”

- “La amiga de mi mujer…”

- “Y no te la follaste?” preguntó con curiosidad

- “No…” me dolió confesarlo

- “Ah, que huevón eres viejo, y luego… qué pasó?”

- “Me metieron a una celda y me dormí, no sé qué día era, recuerdo entre sueños que me interrogaron dos veces, pero no me acuerdo sobre qué, cuando desperté ya estaba en Moabit en una celda con un ruso. El policía que me interrogó estuvo en el juicio y dijo que no creía que fuera la primera vez, ya que durante el interrogatorio estaba muy tranquilo y muy simpático.” Le dije

- “Pinche rati culero!!” dijo

- “Si, ya el estrés se me vino después y a la fecha no se me quita, mas que a veces con estos caramelos” dije refiriéndome a las benzodiacepinas.

- “Tuvo pa la cagada viejo…”

- “Si, fue una pendejada…” acepté

- “Escribílo, está muy cómico…”

- “Si “ dije con pesadumbre “todavía lloro cuando me río…”

- “Decís puras huevadas viejo…”

Nos echamos dos partidas más, en ambas me rendí, en la tercera también iba a hacerlo pero llegó la vigilante a detener esa cobardía…

Pendientes para hoy… fórmula 1 de Turquía, Rolland Garros, acordarme de Alina, Efrén y Sebastián, disertar si ya se me acabó el amor por la chaparra y rascarme los cataplines, igual también, una hora de caminata.

21:04

No contaba con la tremenda siesta que me pegué, no apenas acababa de empezar el primer set de la final del Rolland Garros cuando “el bohemio cayó… en la tremenda siesta”… Y hasta hace un rato que me enteré en las noticias que finalmente Federer ganó el famoso torneo francés.

Veo con preocupación que apenas llevo 274 páginas de mi Diario-Novela, de estas quién sabe cuántas sirvan y el tiempo pasa muy rápido, si empecé a escribir el 3 de mayo, o fue el 8?..., ya chequé… fue el 8 de mayo o sea hoy 7 de junio van 31-8 = 23 + 7 = 30 días, en 30 días he escrito 276 páginas, que dan 276 entre 30…, 9 hojas por día, son pocas… tengo que seguir con las anécdotas.