No me puedo hacer pendejo
El día de ayer mientras twiteaba, apareció un mensaje de Xóchitl Gálvez (mujer que debiera ser la futura presidenta de este país), haciendo mención a dos mujeres indígenas encarceladas injustamente las cuales purgan una sentencia de 21 años, platicando con ella por mensajes se dio la idea de crear un grupo en Twitter y en Facebook para dar a conocer esta atrocidad por lo que me dí a la tarea de investigar más sobre el particular (como bien dicen los clásicos).
Alberta y Teresa son dos mujeres indígenas que han servido como “chivas expiatorias” para saciar la sed de venganza de 6 agentes de la AFI, que pretendían humillar, extorsionar y amedrentar a los comerciantes del tianguis de Santiago Mezquititlán, en el estado de Querétaro.
Se les acusa de secuestro y posesión de 400 grs de cocaína, por lo que el juez federal Rodolfo Estrada Longi les impuso una condena de 21 años de prisión y una multa de noventa mil pesos.
Tanto Miguel Ángel Granados Chapa como Sergio Sarmiento, columnistas de Reforma que aunque a veces no esté de acuerdo con ellos son dignos de mi confianza, mencionan una serie de injusticias e irregularidades en el proceso.
El año pasado estuve cerca de ocho meses en prisión, los motivos que me llevaron a intentar cometer un delito, así como el desenlace de esta “aventurilla” la publicaré próximamente en un libro (Lo mejor contra “El Hubiera”, es el “Ya ni modo”) que escribí durante ese tiempo, por esto sé el infierno que implica estar en prisión, es un sufrimiento que se lo deseo a algunos “personajes” (por ejemplo Marcial Masiel y encubridores que lo solaparon, secuestradores y uno que otro político) pero por otro lado no desearía que ninguna persona de buena voluntad tuviera que pasar por él.
Imaginarme a dos mujeres que de entrada cargan con la tragedia de ser pobres en México, que son víctimas de un sistema socio económico injusto (la injusticia divina) y de gobernantes infames que solo buscan su enriquecimiento sin importarles el sufrimiento de “sus gobernados” me resulta grotesco, pero si a esto le sumamos que a estas mujeres se les ha encarcelado injustamente, que ya han pasado más de 3 años encerradas y que vislumbran otros 18 años en prisión es algo ante la cual no me puedo hacer pendejo. La cárcel es uno de los peores infiernos al que el ser humano puede ser expuesto, no puedo permitir que alguien pase por esto sin haber cometido delito alguno y quedarme sin hacer nada.
Es por todo lo anterior que he decidido dedicar lo más que pueda de mi tiempo y esfuerzo para que esta injusticia salga a la luz, y que tanto Alberta como Teresa logren su libertad a la brevedad posible.
Mi idea es hacer una serie de reportajes y subirlos a internet, tanto a youtube como a la página de Facebook Grupo “Por la libertad de Teresa y Alberta” (http://www.facebook.com/help/?page=175#!/group.php?gid=386334476100) , para que esto se conozca en México y el mundo y presentar a los responsables de esta atrocidad. Toda ayuda para la difusión de esta infamia es bienvenida y necesitada. Y como diría mi abuela “Que Dios (en el cual no creo) nos agarre confesados mijito”.
jueves, 11 de marzo de 2010
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excelente, apoyo la iniciativa de Efrén, no podemos hacernos pendejos, ante la injusticia de este país.
ResponderEliminarademás admiro su valentía de decir sin recato que estuvo 8 meses en prisión, ya leeremos con atención ese libro.
Venga Efrén.
Saludos